Hable del licor con sus hijos sin tapujos
La
presión de grupo, uno de los mayores factores para beber sin control ni
autocuidado.
Más que sermones, es mejor dar ejemplo de un consumo
responsable de alcohol.
Es
un hecho que los jóvenes de hoy tienen una gran presión social para el consumo
de alcohol y esto se refleja en una cifra preocupante: el 87 por ciento de
menores han tomado alcohol antes de los 17 años.
La
influencia de los medios de comunicación, la aprobación social, el fácil acceso
y la permisividad son algunos de los factores que los llevan a tomar en
cantidades que ocasiones resultan alarmantes.
Las
estadísticas muestran, además, que algunas de las conductas irresponsables que
afectan la vida de los jóvenes ocurren bajo los efectos del alcohol.
Evitar
el abuso del consumo en los adolescentes, enseñándoles a ser responsables con
la vida propia y la de los demás, es un proceso que necesita buenos maestros y
una inaplazable labor al interior de la familia.
1.
No es una tarea fácil pero sí posible. Es cierto que resulta difícil abordar el
tema y con frecuencia los adolescentes se muestran resistentes a conversar
sobre él . Y como padres, no siempre encontramos qué decir, ni cómo hacerlo.
Nos asusta parecer anticuados o no tener los argumentos suficientes para sentar
una posición de rechazo frente a un uso indebido o excesivo del alcohol. Pero
también es cierto que cuando los padres les comunican mensajes claros a sus
hijos, que incluyen información correcta y puntual sin tantos discursos, ellos
están dispuestos a escuchar y considerar las razones.
2.
En la adolescencia es donde comienza el consumo. Esta es la etapa en la que la
mayoría de los jóvenes prueban el alcohol, porque están explorando y
confrontando el mundo y quieren conocer distintas formas de interactuar con los
demás. La impulsividad, una actitud competitiva, la baja percepción del riesgo,
la necesidad de demostrar independencia y superioridad frente a los demás
compañeros, son elementos que llevan con frecuencia a los adolescentes a actuar
sin medir las consecuencias, exponerse a situaciones peligrosas y extremas, o
sobrevalorar su capacidad de conducción y control.
Es
importante que los padres consideren estas características propias de la edad
para que puedan guiar a sus hijos, no solo con información sobre los efectos
del alcohol y las consecuencias de su abuso, sino también con apoyo y
orientación para enfrentar los cambios que ocurren en esta etapa.
3.
Revisar hábitos y conceptos propios sobre el alcohol. El ejemplo puede ser más
determinante en la orientación de los hijos que los discursos. Revisemos
nuestro consumo: ¿es moderada o excesivo?; ¿Tomamos por diversión o para
manejar las tensiones o el estrés? ¿Tengo problemas serios con el alcohol y los
niego?
Un
padre que toma constantemente y no mide los efectos , constituye un modelo
negativo para sus hijos. Si por el contrario, los padres dan ejemplo de un uso
moderado y responsable del alcohol, ofrecen una enseñanza para prevenir el
consumo.
4.
Generar un ambiente de confianza. Un espacio familiar donde exista comunicación
y se establezcan lazos de confianza fuertes, permitirá a los hijos conversar
libremente y compartir lo que piensan y sienten.
Identificar qué pasa detrás de un joven que toma
Los jóvenes toman por muchas razones. Revise las relaciones y el ambiente
familiar, el ejemplo que están transmitiendo, el entorno del joven, sus amigos,
etc.Un joven podrá enfrentarse mejor a las presiones que lo llevan a consumir
cuando tiene una autoestima alta y percibe ser querido, goza de reconocimiento
y afirmación de su entorno. Para ello es importante fortalecer los vínculos
entre padres e hijos, generar ambientes familiares tranquilos y enseñar a
nuestros hijos desde pequeños las habilidades para construir su mundo interior
y relacionarse con otros.Educar para una vida sana tiene que ver con el afecto, la tranquilidad y el
reconocimiento que los niños y los jóvenes reciban en la familia. Este
bienestar les ayudará a no ver en el trago una salida, a tener planes para el
futuro y a reconocer las ventajas que tiene tomar decisiones responsables y
maduras.
Publicado en El Tiempo, Septiembre 4 de 2013 por MARIA ELENA LOPEZ