La voz interior de las mamàs
Es
común decir que las mamas no tenemos un manual debajo del brazo y que ser madre
es algo que se construye y aprende cada día. Esto es cierto, pero también lo es
que para cumplir con esa labor inmensa que realizamos, contamos con una ayuda
extra y es la intuición. Ese sexto sentido y sensibilidad selectiva para conectarnos
desde el amor, dar protección y estar presentes cuando nos necesiten. Esa “habilidad para conocer la
verdad de algo sin necesidad de una razón para demostrarla”, que nos permite saber que decir,
cuando consentir, que es lo que tenemos que enseñar a cada hijo, detectar tempranamente sus virtudes y talentos, sentir
sus miedos, identificar sus dificultades y percibir sus alegrías.
Las
mamas “sentimos corazonadas”, “tenemos presentimientos” y “nos dan pálpitos” y esto lejos de tener un carácter
adivinatorio o constituir poderes sobrenaturales, es una especie de percepción
que acude a varios sentidos y permite detectar, identificar
y analizar casi instantáneamente la información que nos
llega. Los científicos la describen
como una especie de radar andante
con una alta capacidad sensorial, que se traduce, entre
otros, en la habilidad
para interpretar los estados emocionales de los hijos.
Muchos estudios interesados en seguirle la pista
a las bases neurobiológicas de la intuición y explicarla de manera fascinante
desde el funcionamiento cerebral,
muestran como la oxitocina producida por la madre, llamada más
coloquialmente la hormona del amor materno, aumenta su capacidad para percibir las
necesidades de su hijo, leer sus gestos y emociones, detectar las
sensaciones que está experimentando y captar las señales del niño, poderlas discriminar para saber qué le pasa y así responder
de forma apropiada a lo que éste realmente requiere.
Podemos
usar con más frecuencia ese recurso que hoy en día con el acceso a tanta
información y con “Google” como consejero tenemos un poco olvidado. Antes las
mamas estaban mejor
conectadas con ese sentimiento intuitivo y lo usaban permanentemente.
Confiemos
en esta "sabiduría práctica" para guiar a nuestros
hijos y educarlos bajo la dirección de lo que sentimos y no solo lo que nos
dicen los libros o los expertos, incluida quien escribe este texto, quien en
este caso solo habla desde la feliz madre que es. Las mamas sabemos mucho sobre
lo que está bien o les conviene más a nuestros hijos, que es lo realmente
importante y contribuye positivamente a su desarrollo.
Utilicémosla para fortalecer el vínculo de afecto
con ellos, potenciar la
comunicación y aumentar su confianza, apoyarlos
emocionalmente cuando requieren contención y ternura, para observarlos
y conocerlos cada día más y maravillarnos con su presencia. Nuestras
intuiciones son también una fuente de conocimiento, para hacer
más fácil y grata la crianza.
¡Feliz día de la madre para todas!
Publicado en el Diario La Crònica, publicado el 11 de Mayo de 2014, por MARIA ELENA LOPEZ