Ir al psiquiatra no es estar loco
Esta semana el Ministerio
de Salud apoyado por varias sociedades cientÍficas lanzó la campaña llamada ‘Yo
también voy al psiquiatra’, con el propósito de incentivar a que las personas
pidan asistencia psicológica o psiquiátrica para tratar sÍntomas y cuadros de
enfermedades mentales y trastornos emocionales que cada vez afectan más la
calidad de vida de muchos colombianos.
La alta prevalencia en el
paÍs de trastornos como los de ansiedad, la depresión o el estrés post
traumático está relacionada con múltiples factores de influencia variable tales
como los fenómenos de violencia, la crisis económica, la falta de empleo, las dificultades
familiares y la pérdida de lazos afectivos, entre muchos. Causas que hacen más
urgente dar a estas señales la importancia y la atención oportuna.
Existen muchas concepciones
erróneas alrededor de este tema que van desde creer que cuando alguien pide
ayuda psicológica o psiquiátrica es porque "se le corrió la teja" o es débil,
hasta el temor de ser señalado como alguien que padece una incapacidad. Estos
prejuicios han hecho que no se consulte y que muchas de estos trastornos
avancen y se vuelvan crónicos generando un alto impacto negativo y
convirtiéndose en preocupantes factores de riesgo.
Es necesario entender la
enfermedad mental como una condición que requiere la misma atención que una
afección fÍsica. Ir al psiquiatra o al psicólogo debe ser tan normal como ir al
cardiólogo si existe alguna dolencia del corazón o al gastroenterólogo cuando
nos molesta el colon.
Un buen diagnóstico,
realizado a tiempo por un profesional de salud mental y su correspondiente
tratamiento realizado de manera responsable por el paciente ( esto implica
llevarlos a cabo como son prescritos, no abandonarlos y hacer los controles),
permiten que las personas alivien su dolor emocional y puedan llevar vidas
normales en el trabajo, el estudio o la familia. Igualmente, como ocurre con
las enfermedades fÍsicas, las intervenciones tempranas son muy efectivas para
mantener o recuperar el bienestar y el equilibrio.
Algunos sÍntomas que se
repiten a diario, se mantienen por espacio de un mes o más y que van empeorando
afectando la tranquilidad de la persona o de quienes le rodean, pueden estar
indicando la presencia de una dificultad mental o emocional que amerita ser
consultada medicamente. Entre ellos cambios extremos de ánimo o de los hábitos
alimenticios o de sueño, irritabilidad o susceptibilidad, falta de ilusiones,
indiferencia hacia el futuro, estar triste permanentemente, no disfrutar de
nada, aislamiento, pensar que todos actúan contra uno, incapacidad para
enfrentar o superar problemas, pensamientos acelerados o lentos, falta de
concentración, problemas de memoria, obsesiones desmesuradas, alucinaciones,
miedo excesivo a cosas normales, angustia o impulsos sexuales extraños o
excesivos, adicción a las drogas, el alcohol o el juego. Cuidar la salud mental
en Colombia es una prioridad y un compromiso serio e inaplazable que
corresponde tanto al estado, como a la familia, los médicos y los paciente
Publicado en el diario la Crónica del QuindÍo, 22 de Abril de 2018 por MARIA ELENA LOPEZ