Esta poderosa frase es la fuerza inspiracional del proyecto de Comfenalco Quindío “La
Trilogía del Servicio” implementado para hacer parte activa del proceso de reactivación
en el marco de la crisis que vivimos a nivel mundial por cuenta de la pandemia
y su impacto a nivel económico, social y de salud.
El optimismo resulta hoy un concepto de
mucho valor por que en tiempos de
incertidumbre una de las percepciones de la realidad que más se afecta es la
creencia personal y colectiva de que en la adversidad las situaciones pueden
mejorar y resolverse de manera favorable en un futuro próximo.
Una
perspectiva optimista tiene que ver con hacer
frente con eficiencia, inteligencia y visión de futuro a los desafíos grandes o
pequeños que se van presentando a lo largo de la vida de las personas, las
empresas o las comunidades. Representa el reto
de aumentar nuestra capacidad para resolver los problemas y potenciar
nuestra competencia a la hora de descubrir salida en medio de las dificultades.
Ciertamente
esta no es tarea fácil. Pero la buena noticia es que podemos evocar, estimular
y promover el optimismo si se ponen en práctica algunas acciones
1.Capitalizar esta virtud puede empezar por hacer un balance de
los recursos de que disponemos y que con frecuencia no usamos en la vida
cotidiana normal. Una manera es identificar actitudes que han
permitido emerger con éxito de las crisis pasadas para aplicarlas a situaciones
nuevas e inéditas.
2.Plantear
varios significados a la situación que estamos viviendo, apreciar los matices y ver
las cosas en sus aspectos más favorables. Tiene que ver con asumir con
flexibilidad el desarrollo de nuevas ideas, encontrar abordajes más amplios y creativos para realizar
modificaciones y adoptar
maneras para enfrentar las
dificultades.
3. Volver el optimismo una virtud frente a
la adversidad, también tiene que ver con privilegiar los aprendizajes
que genera el enfrentarse a las crisis y la posibilidad de que estos
se conviertan en oportunidades que nos fortalecen y aportan nuevos y valiosos
insumos a la vida.
4.Aceptar proactivamente que en procesos tan complejos
como los que estamos viviendo es normal tener
una visión pesimista, negativa o catastrófica de las situaciones, pero como las
emociones van y vienen también tenemos la opción de “migrar” a otras más positivas como la
esperanza, la alegría o la confianza
Realmente, el
optimismo realista es una fuerza que nos permite adelantar en el camino de las soluciones y nos impulsa conscientemente a mantener el ánimo y tomar
decisiones en las épocas duras.